En la Unidad de Obesidad del Hospital La Zarzuela, contamos con un equipo médico especializado en el tratamiento integral de la obesidad. Nuestro objetivo es acompañar a cada paciente en la mejora de su salud y bienestar, ayudándole a alcanzar un peso saludable de forma segura y sostenida.
Conservar un porcentaje de grasa corporal adecuado no solo influye en la apariencia física, sino también en la salud general. Un exceso de grasa puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, hipertensión o apnea del sueño.
Por eso, controlar la composición corporal es una herramienta clave en la prevención de trastornos metabólicos y en el manejo del sobrepeso.
Los valores de grasa corporal saludable varían según el sexo, la edad y el nivel de actividad física. En el caso de las mujeres, las necesidades hormonales implican una cantidad ligeramente mayor de grasa esencial, sobre todo durante los años fértiles.
| Nivel físico | Hombres (%) | Mujeres (%) |
| Excelente condición | 14–17 | 21–24 |
| Dentro de lo aceptable | 18–24 | 25–31 |
| Exceso de grasa | ≥ 25 | ≥ 32 |
Superar el 25 % en hombres o el 32 % en mujeres indica acumulación excesiva de tejido adiposo, lo que eleva la probabilidad de padecer enfermedades metabólicas o cardiovasculares.
Cuando existe obesidad moderada o severa (IMC ≥ 35), el enfoque debe ser global y supervisado por profesionales. El objetivo principal no es solo bajar de peso, sino mejorar la salud metabólica, la movilidad y la calidad de vida.
- Evaluación inicial y diagnóstico
El primer paso consiste en una revisión médica completa, que incluye analítica, estudio de composición corporal y valoración de posibles comorbilidades.
Un equipo interdisciplinar —formado por endocrinólogo, nutricionista, psicólogo y, si se precisa, cirujano bariátrico— diseña un plan personalizado para cada caso.
- Alimentación adaptada y sostenible
Las dietas extremas o muy bajas en calorías suelen tener efectos rebote y no son efectivas a largo plazo.
Se recomienda una alimentación equilibrada e hipocalórica, con protagonismo de proteínas magras, fibra y grasas saludables, ajustada al gasto energético del paciente.
Consejos prácticos:
- Ejercicio físico adaptado al nivel del paciente
El movimiento es esencial en la pérdida de grasa, pero debe adaptarse a cada situación. Se priorizan actividades de bajo impacto como caminar, nadar o pedalear en bicicleta estática.
A medida que mejora la resistencia, se incorporan rutinas de fuerza para potenciar la masa muscular y aumentar el gasto calórico incluso en reposo.
- Apoyo emocional y acompañamiento psicológico
La obesidad tiene componentes físicos, emocionales y conductuales. Por ello, el apoyo psicológico es fundamental para mantener la motivación, reducir la ansiedad y facilitar la adherencia al tratamiento.
- Tratamientos quirúrgicos para la obesidad severa
Cuando el IMC supera los 40 kg/m² o los 35 kg/m² con enfermedades asociadas (como diabetes tipo 2, hipertensión o apnea del sueño), puede valorarse la cirugía bariátrica.
Entre las intervenciones más utilizadas destacan:
Estas técnicas facilitan una reducción sustancial del peso corporal y de la grasa acumulada en los primeros 12 a 18 meses. Sin embargo, requieren un seguimiento médico y nutricional continuo, ya que no son una solución estética, sino una herramienta terapéutica para mejorar la salud global del paciente.
- Mantenimiento a largo plazo
Tras alcanzar el objetivo inicial, la fase de mantenimiento es clave. Los controles periódicos permiten ajustar el plan, prevenir el efecto rebote y conservar la masa muscular mientras se estabiliza el porcentaje de grasa corporal.
El acompañamiento médico continuado asegura que los resultados sean duraderos y que el paciente adopte un estilo de vida saludable y sostenible.
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