El escafoides tarsiano, también conocido como hueso navicular, es un pequeño hueso situado en la zona tarsiana de los pies. Se encuentra ubicado en su parte interna, en la segunda fila del tarso, y está unido a varios huesos: por su parte delantera al astrágalo, por su parte interna al cuboides y por su parte trasera a los cuneiformes.
Este hueso es esencial para la biomecánica del pie, contribuyendo a funciones como los movimientos de flexión dorsal y flexión plantar del tobillo, la estabilidad y equilibrio del pie, así como su participación en la marcha y bipedestación.
Es de vital importancia en el pie ya que participa de manera muy importante en el reparto de fuerzas a la parte delantera del pie.
El hueso escafoides del pie y el hueso tarsiano son dos elementos óseos fundamentales en la estructura y funcionalidad del pie. El hueso navicular es un pequeño hueso ubicado en la zona tarsiana de los pies, específicamente en la segunda fila del tarso. Este hueso tiene forma de barco, de ahí su nombre etimológico ‘escafoides’, que significa "semejante a un barco" en griego. Su importancia radica en su participación en la biomecánica del pie, contribuyendo a movimientos esenciales como la flexión dorsal y plantar del tobillo, así como a la estabilidad y equilibrio de esta parte del cuerpo humano. También juega un papel clave en la marcha y bipedestación.
El escafoides tarsiano, que forma parte de la segunda fila del tarso y se articula con otros huesos del pie. La articulación astragaloescafoidea, enartrosis, es una de las más móviles del pie y permite la inversión y eversión del mismo, lo que es fundamental para los movimientos de caminar y mantener el equilibrio. La cara posterior del hueso escafoides es cóncava para alojar la cabeza del astrágalo, mientras que la cara anterior se divide en tres facetas que se articulan con las cuñas o huesos cuneiformes. Estas articulaciones y sus movimientos son esenciales para el correcto funcionamiento del pie y la movilidad adecuada.
Una de las lesiones más comunes relacionadas con el escafoides del pie es el pie plano infantil o del adulto, en este ultimo caso y en estadios mas avanzados pudiendo padecer artrosis . Si este tipo de lesión no es tratada adecuadamente, aproximadamente el 40% de los casos pueden desarrollar problemas crónicos en la edad adulta.
Otra lesión común , es la fractura de escafoides tarsiano puede ocurrir en lesiones de baja energía, como entorsis del tobillo, o en lesiones de alta energía, como accidentes de tráfico o caídas desde altura, e incluso en pacientes con sobrepeso, osteoporosis entre otros se pude producir fracturas por estrés, es decir sin traumatismo previo.
En cuanto al tratamiento conservador de la fractura de escafoides tarsiano, cuando no existe aún una fractura completa, se puede comenzar con la descarga de presión en la zona afectada, utilizando inmovilización con una férula o bota Walker durante un período de 4 a 6 semanas. Se puede realizar una resonancia magnética de control para evaluar si el hueso está listo para soportar la carga y si el pie puede apoyarse en el suelo. Además, el uso de muletas asociado a plantillas personalizadas puede ayudar a distribuir y disipar las cargas que repercuten en el escafoides.
En los casos de fracturas de estrés del escafoides o cuando el tratamiento conservador no ha logrado la consolidación del hueso o existen factores que podrían provocar la no consolidación, se puede considerar la cirugía ortopédica como una opción de tratamiento. Esta intervención quirúrgica consiste en realizar una fijación interna mediante la colocación de tornillos que ayuden a consolidar el hueso y evitar problemas de mala consolidación, que pueden ser más frecuentes en el escafoides debido a su vascularización.
En la unidad del pie del hospital la Zarzuela, se hace uso de terapias biológicas para ayudar y favorecer la consolidación ósea, minimizando el riesgo de no consolidación.
Es importante mencionar que las fracturas de escafoides del pie pueden causar dolor intenso, incapacidad funcional y, en algunos casos, deformidades. Las patologías relacionadas con este hueso pueden incluir fracturas de estrés, esguinces, enfermedad de Kohler y la enfermedad de Müller-Weiss. En este tipo de casos, es fundamental contar con un enfoque de tratamiento individualizado, dirigido a las necesidades de cada paciente.
¿Hablamos?
Destinados a los pacientes, estos talleres gratuitos abordan algunos de las etapas y patologías principales relacionados con la salud de la mujer
Salas de parto humanizadas, armario de medicación automatizado, sistema de telemetría digital y Urgencias Pediátricas independientes de las de adultos, ...