La sordera súbita, también conocida como pérdida súbita de audición neurosensorial, es un tipo de afección médica caracterizada por una pérdida rápida e inexplicable de la audición. Esta pérdida puede ocurrir de manera abrupta o en el transcurso de varios días y suele afectar solo a un oído. Se considera una emergencia médica y requiere de atención inmediata por parte de los especialistas del Hospital CIMA.
Este trastorno puede manifestarse de diferentes maneras:
La sordera súbita puede afectar a personas de cualquier edad, pero es más común en adultos de entre 45 y 55 años. La incidencia anual se estima entre una y seis personas por cada 5.000 habitantes, aunque se cree que el número real podría ser mayor debido a casos no diagnosticados de pérdida de audición repentina.
Aproximadamente la mitad de las personas con sordera súbita recuperan parte de su audición, o incluso por completo, de forma espontánea en torno a dos semanas desde el inicio de los síntomas. Sin embargo, el retraso en el diagnóstico y en el consiguiente tratamiento puede disminuir la eficacia del mismo, por lo que nuestra recomendación es acudir lo antes posible al servicio de urgencias de nuestro centro hospitalario para iniciar cuanto antes las pruebas diagnósticas de sordera súbita.
Reconocer los síntomas de la sordera súbita es el primer paso para poder buscar atención médica especializada y mejorar las posibilidades de recuperación.
Estos síntomas pueden variar en intensidad y duración entre diferentes personas, lo que en ocasiones puede llevar a pensar que se tratará de algo pasajero. Sin embargo, la aparición repentina de cualquiera de ellos debe ser motivo de consulta médica inmediata para intentar prevenir males mayores.
La pérdida súbita de audición puede ser causada por varios factores. Aunque en muchos casos no resulta posible identificar la causa exacta de este tipo de sordera, a continuación presentamos algunos de los motivos más comunes.
En cuanto a la sordera súbita por estrés, aunque no está demostrado que el estrés por sí mismo conduzca a una pérdida de audición repentina, sí que puede afectar negativamene a la salud general y a aspectos como la circulación sanguínea o el sistema inmunológico, que a su vez sí que están relacionados con la pérdida de la capacidad de oír.
La sordera súbita es una condición que puede ser tratada de forma eficaz si se aborda a tiempo. Uno de los tratamientos emergentes es la oxigenoterapia hiperbárica, que implica respirar oxígeno puro en una cámara presurizada. Este tratamiento aumenta la cantidad de oxígeno en los pulmones y, por ende, en la sangre, lo que puede ayudar a reparar los tejidos dañados en el oído interno de un modo indoloro y nada invasivo. De hecho, en la cámara hiperbárica la presión del aire se incrementa hasta tres veces la presión atmosférica normal, permitiendo que los pulmones absorben mucho más oxígeno que en condiciones habituales.
En este sentido, la oxigenoterapia hiperbárica ha demostrado ser particularmente efectiva en casos de sordera súbita de origen desconocido.
Entre sus principales ventajas, destacan las siguientes:
El tratamiento en cámara hiperbárica para la sordera súbita generalmente implica sesiones de 90 minutos a presiones de entre 2.0 y 2.5 ATA (Atmósferas Absolutas). El número de sesiones requeridas puede variar según el historial clínico del paciente y la prescripción del médico especialista.
El diagnóstico de la sordera súbita debe ser realizado por un otorrinolaringólogo del Hospital CIMA, e implica los siguientes pasos:
Obtener un diagnóstico temprano y preciso es esencial para un tratamiento efectivo y para aumentar las posibilidades de recuperar la audición o, al menos, el mayor porcentaje posible de la misma.
¿Hablamos?
Destinados a los pacientes, estos talleres gratuitos abordan algunos de las etapas y patologías principales relacionados con la salud de la mujer
Salas de parto humanizadas, armario de medicación automatizado, sistema de telemetría digital y Urgencias Pediátricas independientes de las de adultos, ...