La faja postparto es un elemento de soporte que utilizan algunas mujeres que han dado a luz para proporcionar sujeción en la pared abdominal.
Tras el parto, los órganos que han sufrido variaciones de tamaño o posición durante el proceso de gestación deben volver a reorganizarse.
En el caso de los músculos de la pared abdominal, la recuperación es algo lenta, y es aquí precisamente donde la faja postparto puede ser útil.
La faja postparto debe ser un complemento a la recuperación, per es importante tener una buena rutina de alimentación y ejercicio, como por ejemplo salir a caminar, que ayuden a reafirmar la musculatura y recuperar la normalidad lo antes posible.
Aunque puede ser muy útil en algunos casos, el uso de la faja postparto no se recomienda de manera rutinaria, por lo que lo mejor es consultar con el equipo sanitario del Hospital La Zarzuela acerca de su utilización, de cuándo empezar a usarla y de qué manera hacerlo.
No se recomienda en el posparto inmediato, se debe esperar unas semanas.
La faja postparto, por tanto, puede ser una herramienta muy útil para cualquier tipo de mujer que haya dado a luz, sobre todo si necesita de un apoyo extra para acostumbrarse a su nueva normalidad tanto a nivel muscular como psicológico.
Utilizar una faja postparto puede tener alguna ventaja, te las comentamos si estás pensando en recurrir a ella.
Sujeción de la pared abdominal.
Si se combina con ejercicio, ayuda a recuperar la figura al contener la distensión abdominal.
Permite minimizar los dolores postparto en la zona lumbar.
Eso sí, es importante tener claro que aunque el objetivo de la faja posparto debe ser terapéutico, también es estético, al estillizar la figura de la mujer que la utiliza, una herramienta de este tipo siempre debe enfocarse en contribuir al bienestar físico de la madre.
A continuación vamos a dejarte algunas recomendaciones para garantizar que hagas el mejor uso posible de ella.
Empezar a utilizarla en el momento más oportuno en función del tipo de parto porque, de hacerlo antes, podría resultar contraproducente y afectar de forma negativa al proceso de cicatrización.
Consultar con un especialista cuál es la presión apropiada tras el parto, ya que ajustarla más fuertemente de lo adecuado podría aumentar la inflamación en la zona en vez de contribuir a disminuirla.
Adems de caminar y mantenerse activa, es muy aconsejable realizar ejercicios específicos para el suelo pélvico.
Existen diferentes tipos de fajas postparto, y su uso no tiene que ver con las preferencias de cada madre, sino con sus necesidades en función del tipo de parto que haya vivido.
Para las mujeres que han dado a luz mediante un parto vaginal, la mejor opción es usar una faja postparto tubular. Este tipo de faja es similar a un corsé, lo que hace que no dé calor en la zona pélvica. Esto, a su vez, evita que se produzca sudoración en la zona de la entrepierna, lo que podría afectar de forma negativa a la cicatrización en caso de haber recibido puntos.
En cuanto a las madres que han dado a luz por cesárea, al no tener puntos en la zona del perineo, pueden usar una faja postparto completa sin ningún tipo de problema.
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